viernes, 10 de noviembre de 2017

A pesar de todo

Pasar tiempo sin tu presencia es un martirio en mi vida, 
no soporto ni un segundo mas lejos de ti, 
me siento como un pez en la deriva 
anhelando un poco de agua mientras sabe que si sigue así su vida terminara pronto.
No exagero, no puedo vivir sin ti Padre,
 no desde aquel momento en el que me rescataste.

Vivo una montaña rusa espiritual, 
no creí que el mayor enemigo el cual me enfrentaría estaba en frente del espejo. 
Tan cerca y a la vez tan lejos de lo que anhelo, de mis decisiones, 
de mis sueños, propósitos, y lo mas importante: de ti

El pecado me aleja de tus brazos, 
el enemigo me hace tropezar en el camino, 
pero aun así correré sin alejar la mirada de ti Jesús...

Aunque tenga miedo, aunque no se lo que me depare,
de ahora en mas en ti confiare, en ti basare mis decisiones,
un día sin ti es igual a mil años de amargura,
estar sin ti es perder a libertad,
estar sin ti es vivir en pecado,
estar sin ti es oscuridad,
estar sin ti es muerte.

No quiero morir,
encontrarte fue una de las mejores maravillas del mundo,
por mas que caiga,
por mas que el camino se torne difícil en momentos,
por mas que hayan tormentas,
tu amor me atraviesa y no puedo escapar,
y definitivamente no quiero escapar.

Me inunda tu paz en cada situación,
sea que haya pecado o haya fallado en algo,
mientras que el maligno busca humillarme,
tu Padre me tomas en tus brazos y me dices cuanto me amas...
No hay quebranto ni palabras para definir lo que se siente padre,
que a pesar de todas las circunstancias estuviste, estas y estarás en todo momento,
es motivo suficiente para seguir,
y por sobre todas las cosas, 
No abandonar la barca que navega Jesús.

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